Dudas existenciales














- Hace buena tarde - dice ella.
- Sí, muy buena - replica él.
De nuevo el silencio, mientras miran sobre los tejados del centro de Madrid, cómo enrojecen las nubes esporádicas al ponerse el sol.
- Pero tengo una duda... - dice ella.
- ¿Cuál?
Tras una pausa, ella dice:
- ¿Cómo se sabe si está amaneciendo o se está poniendo el sol?
Él la mira perplejo durante un segundo, y vuelve a desviar la mirada hacia el horizonte rojizo.
- ¿Por la hora? - dice dudoso...
- Ay, no me entiendes, hombre... - un tenso silencio.
- Me refiero a que es muy parecido cuando se pone el sol y cuando sale, si solo ves la imagen, por ejemplo, aislada del resto; en los dos casos hay un disco luminoso y rojizo cerca del horizonte, el cielo medio azul y medio teñido de rojo, la temperatura baja...
Ella seguía elucubrando, él seguía tratando de entender qué quería decir. Ella intentaba llegar a alguna parte.
- Si ves una foto de un amanecer y otra de una puesta de sol, ¿cómo las distingues?, es imposible. Es como despedirse o encontrarse dos personas. En ambos casos, se sonríe, se mira a los ojos, se levanta la mano. Se da un beso fugaz...
Él vuelve a mirar su perfil, ya completamente perdido.
Ella gira el rostro y le mira.
- ¿Entiendes?
- No - dice él después de suspirar.
Ella sigue mirándolo durante unos segundos, el ceño fruncido, y vuelve a mirar hacia el sol ya casi invisible.
- Pues eso, que nunca se sabe...

1 comentario:

Anónimo dijo...

En un amanecer el rojizo tiene tonalidades de ilusión y esperanza en el horizonte ...