Fantasía
Frente al espejo. Sus dedos se deslizan entre mi pelo aún húmedo. Mueve las tijeras y el peine con total soltura.
Viste camiseta negra y pantalones negros. Brazos morenos y no muy musculosos, solo lo suficiente. Mirada concentrada y resuelta, observando mi cabeza y mis cabellos con seriedad.
Su rodilla me roza la cadera al deslizarse con la banqueta sobre ruedas por detrás mío. Mi piel se eriza.... Labios de locura. Qué pasaría si... mi imaginación vuela por derroteros insospechados, hasta que mi pelo está seco y brillante y bien peinado, y me quita la bata y debo pagar la cuenta y salir por la puerta con la dulce sensación del deseo insatisfecho.
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